¿Ya tienes un plan de negocio? 6 preguntas básicas que debes responder


La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes.
— Peter Drucker

Plan de negocio siempre me ha parecido un término un poco intimidante. Pareciera que sólo pensar en hacer un “Plan de negocio” (O Business Plan) implica horas de trabajo, información que no tenemos, conocimiento especializado (en finanzas, mercadeo, etc.) que tampoco tenemos y exige la elaboración de un documento complejo y largo.

¿Te identificas con eso? ¿Te ha pasado?

Y es que cuando buscamos información y formatos online, o cuando hemos visto ejemplos o hemos trabajado modelos en cursos y conferencias, tienden a ser formatos complicados y largos.

A mi entender, esos formatos complejos aplican (y son indispensables) para negocios medianos y grandes. Cuando hay muchos socios, cuando los negocios y los mercados son complejos, cuando hay inversionistas. Pero cuando hablamos de microempresas, negocios muy pequeños que manejamos con pocos recursos, donde muchas veces somos los únicos socios, o se trata de grupos muy pequeños de personas, estos formatos no siempre son los más prácticos.

Y ante el susto o lo gigante que nos parece la tarea, la mayoría de las veces preferimos quedarnos sin un plan. Buscamos muchas excusas y justificamos nuestra ausencia de plan: “Lo tengo todo en mi cabeza”, “Yo sé lo que quiero hacer”, “Nadie va a leerlo”.

Pero ¿Sabes qué? El plan es indispensable para avanzar y tener éxito. Y esto lo digo enfáticamente y, para mí, no es opcional.

¿Por qué necesitamos un plan?

Porque casi cualquier actividad que hacemos, si queremos que salga bien, requiere algún tipo de planificación.

Un plan, tal y como es definido por la Real Academia Española, es “Modelo sistemático de una actuación pública o privada, que se elabora anticipadamente para dirigirla y encauzarla”, un “Escrito en que sumariamente se precisan los detalles para realizar una obra«. En esencia, un resumen que contiene todos los pasos y recursos que necesitamos para completar algo que nos hemos propuesto.

Cuando organizamos una fiesta, por ejemplo, hacemos una lista de invitados, definimos la bebida y comida que ofreceremos, la música, la hora, el lugar. Mientras mejor tengamos previstos los detalles, hay mayores probabilidades de que todo marche sobre ruedas.

Cuando nos vamos de viaje, definimos fechas, buscamos pasajes o transporte, analizamos rutas, buscamos alojamiento, definimos lugares que queremos visitar, definimos un presupuesto, decidimos qué ropa llevaremos, si visitaremos a alguien en el viaje a veces decidimos acerca de regalos que debemos llevar. Cuando dejamos elementos al azar, es posible que no nos alcance el tiempo para ver todo lo que queríamos, que gastemos más de la cuenta, que perdamos tiempo por no tener transporte adecuado a tiempo.

Si nos tomamos estas molestias con actividades personales, con mucha más razón debemos tomarnos la molestia y el tiempo de planificar nuestros emprendimientos de negocio.

¿Qué pasa si no lo tenemos?

Si no tenemos un plan, ocurre que en vez de dirigirnos a donde queremos nos vemos empujados a otros destinos o, peor aún, no nos movemos. El plan nos traza una ruta estratégica para que nuestra idea se pueda hacer realidad.

Un plan de negocios nos ayuda a poner de forma organizada las ideas que tenemos en la cabeza. Realmente los planes de negocio no se improvisan. Todo lo que vas a colocar en tu plan de negocio, estoy segura de que ya lo tienes, de una u otra forma, claro en tu mente. Cuando estamos desarrollando nuestras ideas de negocio, intuitivamente tenemos un sendero bastante claro.

Pero ocurre que mientras no lo escribimos y no le damos estructura, es muy difícil visualizar cómo implementarlo y tampoco podemos dar seguimiento a los logros, fracasos y las oportunidades de ajustes y cambios.

El Plan Esencial de Negocio

Pero, el plan de negocios para microempresas no debe ser algo intimidante ni complejo. Debería ser un documento sencillo, directo y, sobre todo, útil.

Un documento que se guarda en una gaveta y solo se revisa una vez al año, es absolutamente inútil. Un plan, para que sea útil, debe constituirse en una herramienta viva y dinámica. Algo que revisamos con frecuencia, que usamos de referencia, que adaptamos a medida que las cosas cambian.

En esta oportunidad me he dedicado a buscar diversos formatos de Planes de Negocio y, a partir de los puntos comunes de todos ellos, diseñé un formato que creo que suficientemente sencillo y básico para las necesidades específicas de empresarios micro y pequeños. Un formato que no es intimidante, que no te pide información que no tienes y que no te tomará muchas horas realizar.

Las 6 preguntas básicas del Plan Esencial de Negocio

En los documentos que encontré de referencia, había formatos de 10 pasos, de 5 pasos, de 7 pasos, muchísima variedad. La integración de dichos documentos me llevó a definir un documento que he llamado Plan Esencial de Negocios y debe responder a 6 preguntas básicas:

  1. ¿Por qué? – Problema que resuelvo, misión, visión, valores.

  2. ¿Qué? – Mi producto / servicio, mi ventaja competitiva.

  3. ¿Para quién? – Mi público objetivo.

  4. ¿Dónde? – Mi mercado, mi competencia.

  5. ¿Cómo? – Estrategias de precio, distribución y mercadeo.

  6. ¿Con qué? – Recursos financieros, humanos y tecnológicos.


Descarga en los botones abajo el formato sencillo que he preparado para trabajar tu Plan Esencial de Negocios, con la información mínima y básica que requieres para arrancar. Luego podrás ir complejizando, si lo deseas, a medida que tu operación crece y se desarrolla. Descarga también el Tutorial para trabajarlo.


Ten paciencia.

El plan no se hace en una sola sesión. Generalmente uno comienza haciendo borradores y poco a poco vamos revisando, editando, quitando y agregando cosas.


Anterior
Anterior

Cómo calcular los precios de tus productos o servicios

Siguiente
Siguiente

Estrategias, técnicas y herramientas para gestionar tu tiempo